Asco. Mucho asco

Ayer, cansado de dar clase y de muchísimas horas de coche por motivos personales, me siento en el sofá y observo atónito la siguiente imagen que me llega por Twitter. Un medio de comunicación, dirigido a la comunidad educativa, publicando en su portada la imagen de un personaje que ha reconocido abiertamente, en varias ocasiones y en diferentes medios, defender la pederastia. Alguien cuya relación con la educación es nula, pero qué por determinados motivos ignotos, aparece en este medio.

Lo siento. No creo que debamos publicitar las opiniones educativas de todo el mundo. No creo que un pederasta confeso (dicho por él, repito) tenga que ser el referente educativo de nada. No me parece lógico que, habiendo excelentes profesionales en el mismo número, se mezcle a este personaje con ellos. Marta, Juan, Olga, etc. no se merecen estar dentro de un medio cuya portada da puro asco.

Bueno, ya sé dónde no colaborar. Por suerte jamás, incluso que me lo pidieron en alguna ocasión, he publicado ni una sola línea en ese medio, con lazos con el Opus Dei, al que le dan contratos jugosos la administración pública (forma parte del grupo Siena del que os hablé hace poco, como grupo empresarial al que le habían dado todo el sistema de prevención del suicidio del alumnado valenciano –enlace-). Algunos medios de comunicación están promocionando determinadas ideas que, curiosamente, al igual que sucedía cuando solo podían abortar “las ricas” en el extranjero, tienen intereses muy transparentes a poco que alguien quiera verlos.

No se puede hacer este tipo de portada. No se puede hacer bajo ningún pretexto. Menos todavía poner una frase de este personaje en la que se lea “La escuela debe instruir y no adoctrinar”. Frase que yo puedo defender. Y que seguiré defendiendo, con varios matices, a pesar de que esté en la misma óptica que este personaje. Porque, al final, también hay determinados personajillos que, curiosamente, van a utilizar lo que digan estos para criticar las posturas pedagógicas de gente que SÍ está/estamos en el aula.

No, Lucas (permíteme el tuteo), intentar relacionar las palabras de este señor con determinadas cosas es, simplemente, ser un auténtico demagogo. Pero bueno, todos sabemos que cuando uno tiene muchas limitaciones interpretando estudios, gráficas o tiene intereses en determinados lugares, hay discursos que deben darse. Esto está al nivel de aquellos que, porque Franco hiciera alguna (muchas menos de las que vendió) escuela, están en contra de la construcción de escuelas. Pero bueno, es lo que hacen algunos. Manipular.

Todo mi apoyo, repito, a los que aparecen con su nombre, en pequeño, en la portada de esta revista. No hay derecho que os hayan hecho esto.

Y, por cierto, los que estéis interesados en la educación, ya sabéis qué revista y a qué grupo empresarial tenéis que vetar. Simplemente por el bien de los chavales porque, se empieza con un pederasta confeso y se acaba, teniendo como experto en tecnología educativa, a Bertín Osborne. O al clon, realizado en un laboratorio de Cercedilla del Monte, del caballo de Espartero.

Asco. Mucho asco.

Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel). Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso. Además, adquiriéndolo ayudáis a mantener este blog.