Prohibido no prohibir

A lo largo de la historia ha habido momentos en los que, por determinados motivos, algunos gobiernos han optado por la decisión de tomar medidas prohibicionistas “por el bien común”. Son muchos los políticos que han optado por dudar de los ciudadanos y ponerse manos a la obra para “educarlos a su manera”. Y, para eso, nada mejor que el palo mediante diferentes prohibiciones acompañadas de medidas coercitivas.

En nuestro país llevamos unos meses en los que se ha manipulado un estado de opinión para hacerlo proclive a la aceptación acrítica de numerosas prohibiciones. Se prohíbe reunirse, se prohíbe ver a tu familia si no vive contigo, se prohíbe acompañar en los últimos momentos a tus padres, se prohíbe acompañar a tu mujer al parto, se prohíbe salir a la calle sin mascarilla, se prohíbe comer todos en la paella, se prohíbe que puedas ir a una discoteca, se prohíbe que los bares abran más allá de las doce de la noche, … Un amplio abanico de prohibiciones que se justifican bajo una emergencia sanitaria y que, por lo que se ve, solo afecta a los ciudadanos que tienen la “suerte” de vivir entre los Pirineos y el Estrecho de Gibraltar (sí, con todas las matizaciones isleñas o la exclusión de Portugal de la ecuación). Un país en el que se han tomado las medidas más duras contra los ciudadanos justificándolas bajo el hecho de que somos los peores ciudadanos del mundo. Eso sí, un discurso muy bien hilvanado y vendido por parte de un numeroso grupo de personas. La secta del prohibir tiene sus adeptos. Además, muchos de los pertenecientes a la secta, están convencidos del necesario exterminio de los que no piensan como ellos porque los consideran un “enemigo público”.

No sé qué pensar de un país en el que no hay ninguna medida más allá del prohibicionismo. Antaño se prohibían los disfraces bajo el bien común. También se prohíbe que aparezcan cigarros en determinadas exposiciones o, simplemente, se censuran letras de canciones para que haya ciudadanos comme il faut. Se prohíbe determinado tipo de humor, publicaciones y se quita la posibilidad de que cualquier desafecto al régimen pueda opinar en los medios. Un abanico de prohibiciones y prohibidos que son, encubriéndose bajo diferentes justificaciones, un liberticidio en toda regla. Seguridad a cambio de recorte de libertades. Y acusación de insolidaridad a quienes no acaten acríticamente esas prohibiciones. O, simplemente, de ser malas personas o asesinos en potencia. A estos extremos hemos llegado.

Qué lejos queda el mayo del 68 y su lema de prohibido prohibir. Qué lejos queda la lucha por todas las libertades que algunos, con sudor y sangre, sufrieron con represiones, encierros e incluso muertes. Qué lejos queda el educar frente al prohibir. Qué curioso es ver a aquellos docentes que, defendiendo el uso del móvil en el aula o el uso de la herramienta que ellos consideren, ahora se empecinan en aplaudir todas las múltiples prohibiciones de este gobierno. Qué lejos queda la libertad porque, si al ser humano le quitan la libertad, ¿qué le queda? No me digáis que la vida porque, incluso que el discurso oficial os lo hayáis tragado muy bien, tan solo hace falta hablar con gente que vive en otros países. Y no creo que los ciudadanos de esos países sean mejores que nosotros. Eso sí, ellos valoran mucho más la libertad y, seguramente, si algún gobierno planteara o aprobara lo que se está aprobando aquí, diciendo que las prohibiciones son culpa de sus ciudadanos, saben que los acabarían echando a palos.

Espero que vuelva el prohibido prohibir y la toma de medidas, mucho más interesantes que el prohibir, que palíen las situaciones sanitarias y sociales que nos están afectando. Eso sí, esto obligaría a tener políticos capaces, que supieran gestionar o, simplemente, que no fueran unos psicópatas de manual.

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4 comentarios

  1. He de decir que esta vez tus comentarios justifican las medidas que se han tomado, esta mentalidad hace que no se puedan tomar otras más basadas en la responsabilidad personal, porque eso requiere ser capaz de poner en ciertos casos la comunidad delante del individuo y eso no está ocurriendo tras el alivio del confinamiento. Lo de la libertad individual como sumum de una organización social liberal la ha hecho saltar por los aires un simple virus, así de débil es.
    Los humanos hemos sobrevivido gracias a ser una especie social, no gracias a individuos actuando por su cuenta. Me recuerdas a un compañero que conozco, decano del Colegio de Biólogos de Euskadi, que estos días ha metido la pata hasta atrás por alguna consideración muy similar.
    Medias verdades….mal ejemplo para hablar de manipulación y falta absoluta de información objetiva y científica. Hay países con menos restricciones, unos han fracasado totalmente, a otros les ha salido la jugada medianamente bien, pero por suerte y otros son gente que ya eran disciplinados y austeros de entrada, no vengamos con chorradas comparando situaciones que no se pueden comparar.
    Como biólogo si me dicen qué debo hacer (con total libertad de actuar )para acabar con una pandemia, algunas de estas medidas que criticas se iban a quedar cortas. Si en algo se ha fallado, si acaso, es en intentar proteger al turismo, autentica lacra de nuestro país al haberle dado una relevancia económica exagerada y en intentar proteger un estilo de vida individualista que no tiene futuro. Otra cosa es que los políticos jueguen a nadar entre dos aguas, y se quedan a medio camino.
    Como dijo Eudald Carbonell: toca pensar más como especie que como individuo y ser menos competitivos y más competentes.
    Algunos no habeis entendido lo que la comunidad científica indica cuando se sugiere que habrá que sacrificar cosas para acabar con esto, si es que se quiere hacer seriamente. Y luego a exigir vacunas y medicamentos, como si llovieran del cielo y soluciones fáciles.
    Lo siento toca aguantar, podeis chillar, rasgaros las vestiduras y patalear, pero es que la hemos cagado todos, no los politicos, ni los empresarios, ni los gestores sino todos, con nuestro estilo de vida. Y ahora a fastidiarse. Y lo mejor es que creo que todos los que leemos un poco de ciencia biológica sabemos que hemos tenido suerte de que no fue un patógeno más agresivo el que ha mutado y que no va a ser el último.
    Así que vete acostumbrándote o cambia de actitud, porque hay para rato.

    1. Mis comentarios de “mal ciudadano” justifican las medidas que se han tomado porque, por cuestionarlas, ya soy un peligro público que debe educarse en la versión mediatizada del asunto. No debo de tener derechos personales porque no pienso bien y en el sentido que toca y, como “asesino en potencia” debo tener restringidas mis libertades por si acaso.

      Es falso que los ciudadanos de este país seamos mejores o peores ciudadanos que en otros países. Curiosamente en España se están escondiendo los últimos informes independientes de la “inmunidad de rebaño que se ha conseguido en Estocolmo” a un coste mucho más bajo que en nuestro país. Pero como lo que dicen tus biólogos (que, por cierto, hay biólogos que no tienen ni idea de inmunología) no pasa nada. Da igual que mueran y que, a más medidas restrictivas, cada vez haya más contagios y fallecidos. O quizás es que solo mueren algunos. O es que, a lo mejor, el coronavirus no es la causa de los fallecimientos. Pero da igual, el discurso oficial del régimen, con el apoyo de los medios, cala en el ciudadano medio. Y además, algunos os permitís poner en el bando de buenos y malos según vuestra opinión.

      ¿Sacrificar cosas? ¿La vida que les queda a las personas mayores? Morir solo y sin ver a la familia en seis meses o hacerlo en cinco viéndola y disfrutando de sus últimos momentos quizás es una comparativa que debería hacerse. Además, ¿por qué no dar libertad para que salgan a la calle los que quieran salir y los que tienen miedo puedan quedarse en sus casas? Uno es libre para lo anterior.

      Espero que salga un patógeno que acabe con todos aquellos que quieren, o bien marcar a los enfermos, o bien exterminarlos, o bien aislarlos o, simplemente, quieren poner frente a un pelotón de fusilamiento a los que cuestionan la pérdida de libertades. Ojalá salga un patógeno inteligente pero, por desgracia, a algunos nos tocará seguir escuchando que… ¡aguantemos! O, en caso de no querer aguantar voluntariamente, seguro que debe haber gente que nos va a hacer aguantar a la fuerza. Qué lastima de país nos está quedando.

      Hemos salido mejores. No, ni hemos salido, ni saldremos mejores. Eso sí, ahora en lugar de ir a buscar por las puertas a los que lucharon en el bando de los perdedores, ahora se irán a buscar a los que quieren libertad para que, con un tiro en la nuca (no hay chips aún para modificar la conducta), puedan disfrutar de ella.

      1. No se si te escuchas…adoptas la medida defensiva del rol de víctima, de minoría perseguida, sugieres que te califico de mal ciudadano, de asesino, que si poner delante de un pelotón de fusilamiento…esta vez estas resultando hasta patético con esos argumentos. Reflexiona y haz caso a lo que te dije, toca pensar como especie y comunidad en vez de como individuo.
        Que si se esconden informes, cuando en Suecia han reconocido que no les ha funcionado. Teorías conspirativas, se esconde información, pero tu la conoces, no estará muy escondida, entonces, o bien tienes contactos en las altas esferas, porque sino…
        Los contagios han aumentado con la relajación de medidas, no cuentes trolas, que los datos cantan. Y la letalidad es mucho menor porque esta afectando a población de menor riesgo y también porque ya se conoce la enfermedad y qué se debe hacer en cada caso, que también hemos aprendido. El error fue pensar que tras la fase inicial la gente aprendería y se lo tomaría en serio, pero ya ves, lo que protestaban en las calles por la pérdida de libertades dejaron de salir en cuanto les abrieron las terrazas de verano, demostrando una impresionante conciencia social y de defensa de las libertades (la de tomar cerveza, que es derecho fundamental por lo visto).
        Si hubiese conciencias social de lo que pasa, no habría que tomar medidas, pero está claro que es aburguesamiento ñoño al que hemos llegado no lo permite.

        En cuanto a los mayores, ¿no sabias que se mueren en las residencias y muchas veces solos?, no ahora, sino de siempre: a lo mejor es que no te habías dado cuenta y te podría contar causas diversas, no de ahora. Qué preocupados estais ahora cuando se han detectado deficiencias en residencias desde siempre con casos de Legionella, gripes, hay hospitales con Klebsiella que no son capaces a erradicar (todo casos reales), ¿pero es ahora cuendo os caordais algunos?, ¿porque se pierden libertades y se oculta información?, esa información estaba ahí y nunca se ha ocultado, déjate de chorradas.
        Y en la actualidad, repito mira los datos (igual no te valen porque ya has supuesto que son falsos a priori), pero las residencias presentan un control de la enfermedad dentro de lo grave y son los sectores de población de bajo riesgo los infectados.

        En este párrafo te has retratado, deseando la acabar con algunos, repito no se si te escuchas y luego hablas de Goebbels…pues te has estudiado muy bien sus métodos, si señor.
        “Espero que salga un patógeno que acabe con todos aquellos que quieren, o bien marcar a los enfermos, o bien exterminarlos, o bien aislarlos o, simplemente, quieren poner frente a un pelotón de fusilamiento a los que cuestionan la pérdida de libertades. Ojalá salga un patógeno inteligente pero, por desgracia, a algunos nos tocará seguir escuchando que… ¡aguantemos! O, en caso de no querer aguantar voluntariamente, seguro que debe haber gente que nos va a hacer aguantar a la fuerza. Qué lastima de país nos está quedando.”

        Tu sigue en tu burbuja, pero por si no lo leiste (a lo mejor piensas que es mentira), hay un brote de fiebre del virus del nilo en Sevilla y un caso de Crimea-Congo en Salamanca. Cuando te digo que paciencia y vete acostumbrándote no es para fastidiar, es para que sepas lo que hay. Hemos avisado de las consecuencias del cambio climático, de la introducción de especies exóticas invasoras y de las consecuencias sanitarias de todo esto y cuando nos encontramos de frente lo que habíamos advertido, nos es culpa tuya, tu eres una pobre víctima. Un día no podrás disfrutar de bañarte en la piscina, pero no es que haya restricciones de agua, es que somos dictadores que escondemos información para quitarte libertad, otro día será que no puedes comer pescado o este será muy caro, pero es lo mismo, lo guardamos apra nosotros en nuestro despacho (como me dicen a mi, con mi sueldazo de ecologista), porque claro no lo hemos avisado, nos lo hemos inventado y escondemos información..que si somos Goebbels, que si las libertades, que si tal y cual, pero responsabilidad y conciencia para otro día, que lo que vale soy yo y mi ombligo liberal.

        Dices que nos ha quedado una mala sociedad, no, ya era mala, lo que ha hecho un virus es demostrar lo mala que era.

        1. No se trata de escucharme a mí. Se trata de responder a lo que comentas y responderte, de forma más o menos organizada, a lo que planteas. Otra cuestión es que, como siempre sucede, hay determinado tipo de falacias de las que estás plagado en tus argumentos. Especialmente aquella que acusa a un tercero de haber usado en primera persona determinadas estrategias. Pero bueno, allá cada cual con sus límites argumentativos. Y eso es algo que no se mejora ni con muchos estudios que tenga uno. No lo digo por ti, hablo en líneas generales.

          Supongo que tus argumentos, sin ningún informe independiente detrás más allá del discurso oficial o tu supuesta experiencia en inmunología, incluso que no tengas ninguna publicación sobre el tema ni sea tu ámbito de estudio. Por cierto, tu titulación está a mi nivel en los aspectos en los que trabajas, con la diferencia de que yo decidí decantarme por dar clase en Secundaria (o la situación me llevó a ello).

          Los contagios han aumentado pero lo importante es si ello es bueno o malo. Según la opinión científica (no de médicos de cabecera ni de filósofos o, algunos que os habéis venido a más) hay dos opciones para lidiar con esta pandemia: o bien una inmunidad de grupo o bien una vacuna. Y, tanto para lo primero como para lo segundo, es necesario que haya contagios masivos. Otra cuestión es el control de dichos contagios y que se pueda tratar, como bien dices por conocer más del “bicho”, mejor a los pacientes contagiados. La tasa de letalidad es muy baja en proporción al número de contagios. Inferior que muchas enfermedades que nos rodean. Es por ello que, quizás no exista una postura monolítica, salvo que tengas la razón. Te recomiendo que revises los últimos informes independientes de lo que está sucediendo en Suecia donde, por lo visto, han conseguido inmunidad de rebaño y teniendo una población tan envejecida como la de nuestro país, su porcentaje de muertes en comparación con el nuestro ha sido irrisorio. Eso sí, si aún así defiendes medidas que no han impedido letalidades aberrantes es que tienes un problema. Los datos, datos son.

          No entro en el tema de las residencias porque tu desprecio a la gente que hay en las residencias y a las familias que, por determinados motivos, han tenido que dejar a sus mayores ahí, se ha hecho patente en el discurso. Da mucho asco el discurso de que “siempre se ha matado a los viejos”. Y eso es lo que dices. Algo que es falso porque, a diferencia de ahora, cuando los del discurso oficial te dicen algo que no avala ningún estudio científico, a los mayores se les atendía en caso de estar enfermos. Estuvieran o no en residencias. Ahora todo es coronavirus y, curiosamente (no lo digo yo, lo vuelven a decir los datos objetivos que tan poco te gustan) la letalidad de otras patologías está creciendo de forma alarmante. No entro ya en el tema de suicidios, depresiones y desabastecimiento de ansiolíticos por la situación.

          Hay algo importante cuando uno trabaja en una institución seria: basarse en datos e investigaciones y no en ideología. La ecología se defiende con datos, no con camisetas ni barquitos. Ni tampoco haciéndose una foto con un lepidóptero en el ojete.

          Pero bueno, lamento decir que hasta aquí llega mi conversación con alguien tan dado a la manipulación, al retorcer argumentos e, incluso a pretender dotar de ciencia a algo que tiene más de creencia. El problema es que hay demasiados que, con título o sin título, creen en gamusinos. 

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