Realidades educativas incómodas (volumen I)

Casi seis meses después del último vídeo en mi canal de Youtube, XarxaTIC’s (¡qué poca inventiva!), he vuelto a ponerme delante de una cámara para hablar unos minutos de lo que escribí hae un par de días acerca de la falsa inclusión y lo que supone la disrupción en el aula. Es curioso observar las diferencias de discurso entre los que dan clase en primeros y segundos de ESO con aquellos que, o no son docentes o dan clase en otras etapas educativas. Hay excepciones pero, como mínimo, resulta curioso que se hable más de inclusión desde tarimas y papeles (que, no lo olvidemos, lo aguantan todo) y no de la realidad que está sucediendo en nuestras aulas. Sí, sé que siempre es así pero, al menos a mí sigue pareciéndome un error.

Pero este post no va de perderme en ciertas reflexiones. Es, simplemente, para colgaros, al igual que hago con todos los vídeos del canal, el vídeo que grabé ayer. Disculpad, como digo siempre, la calidad del mismo pero no me da la vida para ponerme a editar vídeos ni preparar guiones. Ni vivo de ello, ni busco que me contraten para dar charlas con lo que publico (ni en el canal, ni el el blog, ni en las redes sociales), ni pretendo nada más que reflexionar en voz alta para mí acerca de ciertas cosas.

Espero con este vídeo poder aclararos ciertas cosas. Y no, no es fácil lidiar en un aula con alumnado, cada uno hijo de su padre y/o de su madre, con diferencias importantes tanto de partida como de capacidades. El problema es que nuestro tiempo como docentes con ellos es limitado y, por desgracia, los recursos siempre prometidos por los políticos de uno y otro signo, jamás acaban llegando. Hay alumnado disruptivo que impide el aprendizaje de sus compañeros. Claro que ellos no tienen la culpa de dónde viven, de los referentes que tienen habitualmente, de… pero tampoco tienen ninguna culpa sus compañeros de pupitre. ¿Hay historias de éxito con ese alumnado? Claro. Yo he tenido muchas porque, curiosamente, soy de los que eligen primeros de ESO siempre y he dado en mis veinticinco años de profesión grupos “específicos” (Integras, FP Básica, diversificación, etc.), pero esas historias de éxito puntuales no excluyen la realidad. Una realidad que se empecina en ser menos bonita que lo que algunos venden en las redes sociales, desde las tarimas o desde esas gafas que se ponen para solo ver lo que a ellos les interesa. Una realidad que implica que cada clase que destinamos en exclusiva a determinado alumnado (a nivel de generación de ambiente para poder darse una clase en condiciones, intentar buscar actividades para ellos para que aprendan y dejen aprender,…) se la estamos detrayendo a la mayoría de nuestro alumnado. ¿Es políticamente incorrecto decirlo? Sí. ¿Es la cruda realidad? Sí.

Vaya rollo os he vuelto a soltar. Y eso que hoy solo quería colgaros el vídeo…

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