La Fundación Trilema

Los que me seguís habitualmente sabréis que hay cuestiones relacionadas con la educación que me chirrían. Cuestiones para las que me autoobligo a explayarme en este blog para ver si, después de ello, entiendo algunas cosas. Bueno, últimamente ya casi no entiendo nada y lo que entiendo me gustaría no entenderlo. Personas que me defraudan a día que pasa, entramados económicos e ideológicos que subyacen tras muchas cuestiones y, finalmente, un gran desconcierto al ver como la ausencia de crítica en abierto a ciertas cuestiones cada vez se ha reducido más. ¿Dónde están esos blogs que cuestionaban hace una década determinadas cuestiones educativas? ¿Dónde están esos tuiteros que, un día sí y al otro también, ponían sobre el tapete digital determinados cuestionamientos acerca de determinadas multinacionales, decisiones políticas chapuceras o, simplemente, se preguntaban en abierto qué es lo que debería pasar para mejorar el sistema? Sí, no hace falta que os lo diga. Algunos en silencio, otros dando bolos para esas multinacionales que antaño criticaban sin que, en los mismos, viertan una mínima frase fuera de la línea argumental de quienes les pagan o, simplemente un tercer grupo, asesorando a esa administración desde dentro. Todos ellos desaparecidos del plano crítico y, curiosamente, sólo criticando en la actualidad a quienes cuestionen lo que antaño cuestionaban ellos. Para mear y no echar gota. Bueno, esto te demuestra cómo son algunos. Personas, algunos de ellos profesionales de la docencia, que conviene tachar de tu lista de imprescindibles o del listado de gente de la cual puedes aprender. Es lo que tienen los años. A cada uno le ponen en su lugar. Y algunos han elegido, libremente, un lugar que a mí me causa bastante repulsión. Será mi manera de ser…

Uno de los temas que nos debería preocupar a los docentes es, más allá de la mediatización de nuestro colectivo como el responsable de todo lo bueno y malo del sistema educativo (léase la gran cantidad de artículos últimamente sobre el MIR docente o determinados alegatos en favor de reducir el dominio, por parte de los profesionales, de su materia para favorecer un determinado tipo de metodología), la expansión de determinadas empresas y organizaciones en el mercado educativo. Algunas muy conocidas pero otras, como la Fundación Trilema, bastante desconocidas para el público en general. Y eso que, curiosamente, es una de las que se está llevando el gato al agua en determinados aspectos.

¿Qué es la Fundación Trilema? Pues una fundación creada en 2011 cuyos objetivos son “la innovación, la investigación, la gestión del cambio en centros educativos, la formación permanente y la elaboración de materiales didácticos y audiovisuales. José Antonio Marina y José Jaime Brosel son miembros del patronato, presidido por Carmen Pellicer” (fuente). Claro que sí, si a nadie le extraña que los mismos que han redactado el Libro Blanco de la Profesión Docente sean los responsables de este patronato es que tienen un problema. Más aún sabiendo que en la subcomisión del Pacto Educativo que pretende aprobar una ley educativa una de las ponentes fue Carmen Pellicer, presidenta de ese patronato. Recomiendo para hacerse un poco más de idea acerca de esta subcomisión leer el post de Enrique acerca de la misma. Es largo pero merece la pena.

Leer el currículum de Carmen Pellicer también resulta interesante. Su formación en teología y sus contactos con determinados sectores ultracatólicos del a Iglesia tiene mucho que ver con determinadas cuestiones que tocan la Fundación que dirige. No olvidemos que la Fundación que dirige se ha hecho a bajo precio con determinados centros concertados en Madrid que se añaden a su centro pionero de Valencia (fuente) y que, según ellos, les va a permitir aplicar su pedagogía innovadora con cuotas bastante elevadas para lo que supone la concertada en esos lugares.

Y como no podía faltar el otro negocio lucrativo de la actualidad, también vemos que la Fundación ha entrado fuerte en el pastel sanitario mediante su marca Nabelia. Por lo visto con la educación no es suficiente y, al final, lo importante es poder gestionar y controlarlo todo. Son apreciaciones personales pero, ¿alguien duda de los verdaderos intereses por hacerse un hueco en los sectores más importantes de nuestra sociedad? El amor al arte es algo que no cuadra con determinadas afirmaciones (como las que vertieron en el vídeo que se publicó hace unos días por parte de la Asociación de Ciudadanos por la Escuela Pública, en el que Carmen Pellicer aseguraba controlar la mayoría del mercado de los libros de texto y sus contenidos).

No son suposiciones nada de lo que estoy diciendo en este artículo. Simplemente expongo unos hechos fácilmente contrastables. Y a los mismos puedo añadir la adquisición de Cuadernos de Pedagogía hace muy pocos días o el entramado que permite que la Fundación Trilema dé los cursos de formación de los funcionarios en prácticas en la Comunidad de Madrid. Curiosamente, después de las quejas por parte de algunos, desapareciendo la relación de los ponentes con la Fundación. ¿No os parece raro?

Un entramado que, junto con sus experiencias en países subdesarrollados mediante sus escuelas y metodologías (entre ellas el potenciar la inteligencia ejecutiva, coaching pedagógico o, simplemente su pastoral muy relacionada con las posiciones más cerradas e inmovilistas de la Iglesia Católica) nos dice que tenemos un gran problema con esta Fundación y que deberíamos vigilarla muy de cerca. Lo anterior sin entrar en el modelo Rubik que tanto están potenciando actualmente. Un modelo más cercano a las pseudociencias y a un determinado tipo de educación que deberíamos erradicar de todos los centros educativos subvencionados con dinero público. ¿Habrá inspección educativa echado un vistazo a los centros gestionados por esa Fundación? Mira que hiede ver a Fundaciones comprando y gestionando centros educativos concertados…

No podía dejarme en el tintero la relación de Carmen Pellicer con Ashoka desde el año 2016 y con Atresmedia, avalando el evento Grandes Profes y pudiendo relacionarlos con su película acerca de “otra Educación”. ¿Por qué es importante esa relación? Porque Ashoka es una de las organizaciones que tienen como objetivo el control de la educación a nivel mundial (artículo). Blanco y en botella.

Lo sé. Algunos cuestionamos ciertas cosas mientras que otros cobran para ir a dar charlas para esta fundación ultracatólica y con, por lo visto, una buena relación con el Ministerio de Educación y algunas administraciones educativas autonómicas (por ejemplo la CAM). La verdad es que a estas alturas de la película ya hay pocas cosas que puedan sorprenderme.

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